jueves, 10 de febrero de 2011

Sobre el libro "Plumaje de boda", comentario de Carlos Etxeba (Bilbao/España)

Yaguaron Ediciones ha editado un delicioso poemario amoroso que tiene la particularidad de ocultar el nombre de los autores de cada poema.

Se especifica al principio que los autores son María Angélica Salguero y Miguel Ángel Migliarini, pero se oculta deliberadamente a quién de los dos pertenece cada uno de los veintisiete poemas de que se compone el poemario.





A primera vista se trata de una fusión espiritual de dos almas gemelas que comparten por igual sus emociones poéticas. Cosa sorprendente porque se despojan de toda materialidad sujetiva, de todo egoísmo convencional y se desnudan ante el espejo poético de la verdad que sustenta la inspiración de estos poetas tan singulares, cubriéndose solamente con los ropajes de una poesía amorosa íntimamente sentida, hasta el punto de lanzar los mismos clamores de deseos como llamaradas en las tinieblas del universo.





Se trata de una conjunción artística altruística entre dos voluntades, dos inspiraciones, dos almas que laten al unísono en un mundo que se desmorona de egoísmos y que han lanzado al mundo un juramento de fidelidad poética.





El poemario se divide en tres partes tituladas Visitación, Interludio y Redención. En esta primera parte se adentra la poesía en un escenario angustioso, aplicándose el remedio de una acupuntura existencial en los puntos claves del alma herida con la precisión de un acupuntor oriental.

... La clave es un largo camino
devolviendo pesares...

... Dios me permite adentrarme trémulo
en la nervadura de las cosas...

... Debo seguir viviendo
e intentar ser como el mar...





El poema Peldaños es un poema escalonado donde se descubre poco a poco el renacimiento del alma esperanzada. Lentamente se va entretejiendo un encaje de sentimientos que encuentran su equilibrio en un lecho de anhelos amorosos.

... Se ha apagado el llanto
y el hombre vuelve a nacer en cuerpo y espíritu.

... Árbol perenne de música y poesía en sinfonía de amor...

El poema Entre Dios y la Nada adentra al lector en uno de los fantasmas que fustigan al hombre, cual es el miedo al dolor, al más allá y el temor a no poder superarlo. Como un náufrago arrojado por las olas en el acantilado mentiroso de la vida, se aferra a Dios para salvarse lejos del vaivén del mar existencial embravecido en un ejercicio valiente de estabilidad emocional.

... ¿Tienes miedo?
¡Sí, por qué negarlo!

... Cuando llegue nuestra hora
el Señor nos dirá: ¡vámonos!





La segunda parte Interludio se abre como un abanico poético aireado por innumerables notas paisajísticas que fluyen de sus bocas como un arroyo interminable.

... Jamás nada muere en los ojos...
... Sostengo la esperanza
grabada en la memoria de los árboles...

Es el paisaje el que se interpone, el que se intercala, el que se mezcla constantemente con los efluvios amorosos que salen de sus corazones.

... Sobre un lecho de amaneceres
caminamos juntos ...
... danza angelical.
milagro transparente,
de dos corazones
y un inocente beso...




Es una búsqueda incansable de la inmaterialidad del amor que nunca terminará ni con la muerte.

... Vendrás por la senda estelar de la vida.
Te estaré aguardando con infinitos besos...
... El árbol por ti existe...

"El árbol por ti existe..." En este verso queda encerrada, definida y sentenciada la misma esencia del amor. El árbol existe no porque lo vea yo, sino porque lo contemplas tú. El árbol existe porque te puedo hablar yo sobre él y me puedo comunicar contigo sobre él, en una palabra porque existes tú. No se puede decir más con menos sílabas sobre un árbol que se yergue estático y solitario en medio de la naturaleza.




Redención, la tercera parte del poemario, es la escritura testimonial del amor conseguido en la notaría del universo. Y es posesión, no deseo o aspiración, ahora es ya encarnación con transfusión de sangre poética dentro de las venas de esta poesía bicéfala amorosamente secreta. Ha quedado registrado en las actas escritas con la sangre del corazón.

... Mensaje de triunfo celeste
en sinfónico latir de vida..
...Con hilos de sueños al cielo se eleva
y es plumaje de boda
por vez primera escrito
grabado queda.





Este mensaje se articula con todos los matices más bellos de la naturaleza, haciéndose música y pintura y convirtiéndose en todas las formas más puras que puede transfigurar el amor.

... Nuestro amor tiene sonido,
color, forma, poesía, como ofrenda...
Tiene todos los sonidos de la montaña
cuando el viento va dejando en melodía su beso.

... Con ternura bienhechora
musicalizamos la victoria
del amor milagroso que nos une...

Una de las originalidades extraordinarias de este poemario bicéfalo es la implicación de un juramento poético de amor publicado a los cuatro vientos por la literatura impresa.





Todo el mundo se ha enterado ya. No se pueden volver a atrás. Lo han jurado solemnemente ante sí y ante el universo y si no cumplen en adelante su juramento literario, se harán reos de sus propias metáforas y de sus propias afirmaciones poéticas.

... Subiendo la montaña iluminada
está grabada la piedra
con el cantar de los aires,
anunciando un amor puro...sagrado.

Desde mi mesa de escritorio, delante de mi ordenador que esta vez ha enmudecido de asombro, aplaudo la originalidad de estos dos poetas argentinos que han sabido combinar la belleza de las palabras con la realidad de un testimonio poético definitivo de amor.

viernes, 4 de febrero de 2011

Presentación del libro "Plumaje de boda" de María Angélica Salguero y Miguel Ángel Migliarini




El jueves 16 de diciembre de 2010, se presentó en la ciudad de San Nicolás, provincia de Buenos Aires (Argentina), el poemario "Plumaje de boda" de los poetas María Angélica Salguero y Miguel Ángel Migliarini.
El acto contó con la participación de los escritores Mónica Scaldaferro -como maestra de ceremonia- y Piero De Vicari -en el comentario del libro-, en tanto que el concertista de guitarra Dr. Carlos Gómez, nos delitó con sus composiciones musicales.
La lectura de poemas, estuvo a cargo de los autores y algunos nietos de la poeta Salguero, ofreciéndose (una vez finalzada la velada) un ágape al numeroso público asistente.
Las que siguen a continuación, son algunas tomas fotográficas correspondiente al mencionado acto.


































martes, 30 de diciembre de 2008

Poema de Miguel Ángel MIgliarini



¿Un monólogo
en medio de la multitud?

la plegaria de la piel
atada a la tierra.



(del libro "Acopiando leña", 2002)

lunes, 11 de febrero de 2008

Nuestro acervo rural en la poesía sannicoleña


NUESTRO ACERVO RURAL EN LA POESÍA SANNICOLEÑA
de Miguel Julio Perret (Yaguarón Ediciones, 2006, pág. 40/45)


El poema inédito de Miguel Ángel Migliarini, “Bendición del campo”, nos trae la biología de la naturaleza y su gente. La tierra aparece como una metáfora de los logros del campesino, es, por lo tanto, la transfiguración sin el sentido de imitación de la vida, la imagen plástica del surco en presencia del bloque de la tierra, de lo primordial a lo expresado en verso.
La esencialidad de la vida vegetal, los trigales y los linares, en un ordenamiento de secreta armonía frente la hecho artístico, instan al poeta a enunciar en su acento los brotes fecundos que encierra el circuito del campo en sus surcos al aire y al sol, esa cercanía del horizonte y del cielo, y el agua que apresura su murmullo cuando del maizal aflora un canto de paz. El suelo da sus frutos entre la luz y el aire, testigos silenciosos de la naturaleza que calla sus tributos, y son el hombre y el arado, los confidentes de un mundo natural de beatitud y sinceridad.
“Bendición del campo”, es la relación noble e interna de la gente de las zonas rurales, donde la espera y el sacrificio son signos de lealtad a la vida, es dotar a la existencia de sus mayores emblemas.
Miguel Ángel Migliarini revela un agudo poder de observación por sus hábiles sugerencias que tienden a vislumbrar el gozo de sembrados que crecen en silencio, y nos invitan a un “retiro espiritual” que nos rescata del mundo que nos rodea. Un mensaje lícito lleva su poema, sostenido por un sentimiento celebratorio por la manera en que conjuga sus valores simbólicos. Todo responde al principio vital de los cultivos, y hombre circunscripto a los límites de una extensión perfectamente determinada.
El poeta ha ido construyendo un tejido lírico de acaba continuidad, que tiene en las estrofas finales un fin alentador, el del amor y la esperanza que se da en la mesa familiar alrededor del pan de cada día. Se transcribe a continuación el poema comentado:

BENDICIÓN DEL CAMPO

Alumbra en estos campos el amor a la vida,
late una paz de agua sensitiva...
Antonio de la Torre

Entreabrir los ojos
despiertan los sonidos
del campo amaneciendo.
Retazo de cielo
espigas de trigal
piedad de la harina.

Madrugada lluviosa
alcancía de sauces
murmullo vegetal.
La ofrenda del agua
fecunda mazorcas
en la paz del maíz.

Suspiro de aire fresco
enarbola en los surcos
la prisa del sol.
Redención del suelo
los frutos maduros
despiertan de luz.

Ubérrimas venas
simiente y amor.
Se nutren las melgas
con tesón y arado
exudando el hombre
su agrario soñar.

Razón polifónica
la mesa servida.
La familia reunida
después de la faena
y rezo que bendice
el cotidiano pan...


La materia prima con que ha trabajado Miguel Ángel Migliarini, la ha sacado de muy adentro suyo, desde un estado de conciencia subjetiva, un modo muy particular de hacer salir lo que llevamos semioculto en el corazón.
La calma aparente que sus versos trasuntan, deviene en un resultado conmovedor que nos hace prescindir de lo supuesto, ya que el paisaje afecta nuestra sensibilidad más allá de lo que la escritura deja trascender. No es el caso de Migliarini permanecer impasible, va en busca de una sensación totalizadora que salpique todo sus razonamientos por un núcleo activo que se alimenta de un misterioso centro de gravitación donde lo esencial cobra intensidad como una proclama de alto despliegue emocional. Eso sí, el poeta transforma las posibilidades de orientar nuestras inquietudes por medio de un pathos nostálgico que planifica la actitud encantatoria del lenguaje, por medio de una concertación verbal que resuena como un eco de afectividad hogareña.

martes, 29 de enero de 2008

Palabras del poeta




"La poesía me atrapó desde muy niño y se mantuvo latente en mi intimidad hasta que reverdeció en mi corteza como el gajo del olmo de Machado. Después de tanto profundo desengaño, de tantas banderas hechas jirones en la lucha por el ideal, la poesía es un oasis en el desierto de mi vida. Estoy convencido que poesía es el mismo hombre, buscando entre la espesura de la selva negra, el secreto, el alma de las cosas, en un afán inmortal de descifrar sus misterios..."

Miguel Ángel Migliarini

domingo, 27 de enero de 2008

Miguel Ángel Migliarini en tres postales de Lima





1.- Junto a escritores peruanos en la sede de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas del Perú (ANEA)
2.- En la Plaza de Armas, en el fondo se observa la Catedral de Lima (erigida como tal el 14 de mayo de 1541 por Bula del Papa Paulo III).
3.- Frente a la Tumba de Francisco Pizarro (Bautisterio de la Catedral de Lima, sólo se conserva del conquistador una calavera colocada en una caja de metal)

domingo, 20 de enero de 2008

Sobre la poética de Miguel Ángel Migliarini




Palabras dichas por el escritor Piero De Vicari, en la presentación del libro "Distancia sometidas"


Les propongo un juego.
Hagamos de cuenta que estamos frente a cuatro álbunes de fotografías, salvo que en esta ocasión (por esos milagros que tiene la metáfora) las fotos son – en realidad- los poemas de Miguel Ángel Migliarini.

Cada álbum es (en consecuencia) un libro que marca una época, un compás, una latitud que nos ubica en tiempo y espacio. Y en él, cada poema, es una imagen que nos rescata del ayer. Ejes por donde la palabra hecha sentimiento, describe al poeta y su mundo, y (en cierta forma) nos deja ver su personalidad y su posición frente a la vida.

Nos sentamos cómodamente y abrimos el primer álbum.
Notamos en él un sello distintivo: “DESTELLOS DEL AGUA”, nos dice su portada, y tiene fecha de nacimiento: 1993.
Miguel aquí, aparece de cuerpo entero diciendo presente. Es una especie de “acá estoy, esto soy, esto tengo”.
Y como he dicho en aquella oportunidad en su prólogo: “el autor decide recorrer el camino del asombro desde sus ojos poéticos, reveladores, como si tratara de eternizar en el poema, el génesis inmarcesible de lo que ha vivido”.

Su palabra comienza a caminar y entre los augurios de la poesía, la voz recorre una identidad, una señal que lo descubre en un horizonte próximo, vital.
Dice Miguel Angel:

“Tejo música
y me aventuro a buscar
la longitud de lo inexplicable”

La vida, asimilada a su epidermis, le describe vetas y mojones que Miguel privilegia entre los avatares y sinsabores. Expresa en otro poema:

“Un extraño eco de ritmo dulce y sonora simetría
me habita esperanzado”.


Entre las imágenes que nos regala este primer álbum, advertiremos la necesidad de expresión a flor de piel y serán esas improntas, la luz que delimite el rumbo.
Títulos como “Desde el vuelo”, “Milagro”, “Desamparo”, “Cavilaciones”, “Laberinto”, “Recuperando el tiempo” o “Historiodroma”, vuelcan imágenes que atrapan –sensorialmente- nuestra atención, y sabemos que no estamos frente a la poesía de alguien que titubea o hace de la duda un meandro de indecisiones: no, Miguel pone su sangre y su rostro como fieles testigos de su presencia terrenal, de su existencia.



“Para regresar yo debo irme
con palabras devoradas
y deslizarme
por las arterias del cosmos
y sus entrañas...

Diluido en el temblor gris
de la garganta
arpegios de una nave
vestida de arco iris
me llevan a la simetría del espacio.

Eternauta
deambulo por el umbral secreto
de las selvas geométricas,
narrando las historias y tragedias
perdidas en el tiempo...”


De este primer álbum de fotografías (su primer libro) algunos se atreverán a manifestar: “Lo que más me impresionó en tus poesías es su coherencia” –Luis Homero Cánepa; “artista que ilumina su pluma con la luz de un sentimiento profundo y manejo de una herramienta trabajada con riqueza y amor: el idioma...” –Dora de los Santos; “poesía de vibración existencial que se hace tensa, rígida, despojada...” -Marta Faure Blum; “sus poesías me despertaron del letargo...necesito saber que continuará escribiendo con su mismo “hambre de justicia” y que osará llegar hasta “lacerantes estrellas” con esa “espera” que llevamos dentro...” Cecilia Schvartzman...


Y sí, Miguel no abandonará su brújula y seguirá buscando ese mismo destino que ya dejó trazado en su primera entrega.


Veamos el segundo álbum de fotografías, aquí la fecha se define y consagra: 1995- “LIMITES DEL ALMA”.


Dirá la escritora Ana María Rodríguez Francia en su prólogo: “En una época confusa donde la literatura –espejo de la vida- se muestra con tanta frecuencia compleja y hermética, esta obra posee una rara virtud: expresa ese otro costado del acontecer del hombre en el que se fusionan la sonrisa dolorosa y la lágrima. Y lo hace con palabras sencillas...”

El poeta, recoge las redes que delimitan su existencia y despojando los escombros del dolor, se atreve a indagar y a indagarse, sabiendo que la palabra es su mejor testigo.



“Mi enfermedad
es la memoria.

Aquella región de alucinaciones
donde mueren quizá los pájaros”


En efecto, la memoria como fotografía del ayer, de un pasado que lo moldea en el hoy y alienta a edificar el mañana sobre los sueños que alejan “ausencias, silencios y disfraces”.

En este álbum, poemas breves, frases precisas, son las herramientas que permiten dibujar los entramados por donde pasan sus más fervientes trópicos.
Miguel lo había anticipado, cuando su aliento poético empezaba a formular los cánones de su vida:
“Estoy convencido- dijo - que poesía es el mismo hombre, buscando entre la espesura de la selva negra, el secreto, el alma de las cosas, en un afán inmortal de descifrar sus misterios...”

Misterios que comparte, a sabiendas de desnudarse –en cuerpo y alma- ante sus semejantes. “Solo la palabra es mi equipaje”sentencia, y nosotros le creemos, porque en cada verso que nos deja está el espejo cabal de sus facciones, sin ambages, sin dobleces. En cada verso está Miguel Angel Migliarini, ese mismo ser que sabrá decir:

“Soy un hombre
de una raza antigua
tallando un pedazo de madera.

Soy un hombre
que a la hora de morir
calzará sandalias como papiros.

Feliz del hoy
porque he vivido,
la indulgencia
quedará para mañana.

Y me verán caminar
al día siguiente.

Estos mismos LIMITES DEL ALMA, provocarán también diversos comentarios: “En el plano de las imágenes y del pensamiento advierto ricos logros líricos. Me gusta el poder de síntesis, la rotundidad del pensamiento, la rapidez de los finales, su poemario” –Hebe Campanella; “una poesía lírica de temas que subyacen en el subconsciente colectivo y que él sabe como pocos, acuñar, abrillantar, contemplar y exponer” –Carlos Etxeba (Bilbao, España); “Me parece que usted tiene un envidiable manejo de lenguaje y una señalada sensibilidad. Usted es un orfebre que pacientemente cincela los asuntos del corazón”- Ignacio B. Anzoátegui; “Es el desgarrado alarido de tu sangre. Tu sangre sabe amigo... y esto es el comienzo de un asombro que no debe dejar de asombrarte.” Betty Medina Cabral.


Con estas palabras retumbando en nuestros oídos, no resulta difícil abrir su tercer album de fotografías y observar que su canto, sigue perfilando las aristas que alguna vez le marcaron su norte.
ACOPIANDO LEÑAS (nacido en el año 2002) nos invita a recorrer cada sentimiento, como se recorre los rincones más caros de nuestra vida. En ese orden de cosas, fácil es advertir que cada leña es una flecha luminosa que Miguel transforma en verso, para decir y decirnos:

“Tal vez,
voces de huéspedes
son el bullicio
de la memoria.
La brisa
del encantamiento
es la puerta
de una fábula,
incitándome.”

Aquí notamos a un Miguel Angel más reflexivo, su mirada hacia el ayer, su mirada hacia el hoy, es un tizón que nunca puede estar ausente del mundo que lo rodea, de esa humanidad que se desangra y pierde forma, pierde color, pierde sus resabios elementales.
Ante una pregunta imaginaria ¿Cómo pelear ante tanta hecatombe?, Miguel nos contesta: “La receta: el alma comulgando poesía como antídoto”.

Todo el poemario nos refleja la posición de un hombre que sabe recorrer sus márgenes, como así también delimitar el marco exacto de su presencia en la tierra. El poeta sabe que el invierno es crudo y que solo el identificarse con las cosas que ama, sabrá amenguar el frío de una estación de vida que no deja de asombrarlo y conmoverlo.

“A las raíces
que me ligan a la tierra
he de volver,
acopiando leñas...

Los murmullos que dejan esparcidos la efervescencia de estos poemas, pueden oírse también en las voces de hombres y mujeres que vibran con la misma extensión de su palabra: “La calidad poética de Miguel Angel Migliarini no cesa, y sigue demostrando un estilo propio de contenidos sólidos” –Carlos Pensa; “Sus poemarios atrapan y en ellos hay una confirmación de sentimientos insustituibles, un decir claro y a la vez sugerente, como una vena abierta universal” –Juanita Pochet ( La Habana, Cuba); “poesía que invita a ser leída, formalmente precisa y bella, en la que hay profunda meditación y sentimiento”, Juan Benito Pla (Barcelona, España).


Tres álbunes de fotos, tres libros donde vemos (a través de la imagen poética) a un Miguel Angel Migliarini, creciendo no sólo en la vida, sino en intensidad poética, en reconfortada palabra, sustancial y palpable.

Entrar, por último, al libro que hoy nos convoca, dar vuelta cada hoja/ cada página de este nuevo album de fotografías, supone encontrarnos con “ese perfil que da paso al pensador empeñado en descifrar el alma de las cosas, a través del conocimiento profundizado de su propio espíritu” según palabras de Aldo Armando Cocca.

Y es verdad, basta atravesar los umbrales de sus REMENBRANZAS, de sus FASCINACIONES, de sus PERCEPCIONES (tópicos capitulares del libro) para entrar en la última y más nueva expresión poética del poeta, que no deja de ser fiel a sus coordenadas iniciales, sino que las ahonda con profundidad y sentimiento.
Sostuve y sostengo del libro DISTANCIA SOMETIDA: “en la poesía de Miguel Angel Migliarini, no hallamos concesiones que desvirtúen la coherencia entre pensamiento y acción, muy por el contrario, en ella ahondamos (y ese es su mayor logro) en una riqueza expresiva que se encuentra íntimamente ligada a cada verso... Miguel no traiciona su acento, y ello le permite reconocerse no sólo entre las cosas que lo habitan, sino también entre esas raíces que lo sostienen y lo vinculan a la herencia de su sangre”.

Señales, mixturas, escombros, voces, fragmentos... todo tiene un por qué en el caleidoscopio de sentidos que recorren estas páginas.

“Hago el inventario
de mí mismo,
con íntimo atardecer.
Posibles o imposibles
sé que perseguiré
a mis sueños
hasta el último día.
Llevo la pasión a cuestas, el aura
impacta en mis pupilas
locura, coraje,
un regreso
justificado,
evangélicamente...

El que tenga este cuarto álbum de fotografías en sus manos, notará que la poesía de Miguel no sólo es imagen sino transparencia a golpe de honestidad, a golpe de postura sostenida en el tiempo; de allí que Miguel es: hijo de su época, escriba de sus emociones, y nos lleva de la mano hacia un universo cuya principal virtud es la lealtad consigo mismo, compromiso que asumió desde la primer palabra que balbuceó en sus poemas y que aún mantiene, como un estandarte del cual , no sentimos partícipes.

Con la respiración aferrada
A la intimidad de la vida
Presencio que todo pasa…

Pero la poesía queda…

Sentido de cohesión, singular registro estilístico, incansable apostolado que rescata al ser humano como una sutil indulgencia sobre todas las cosas materiales, son los pilares que sustentan estas DISTANCIAS SOMETIDAS.

Mis venas templadas
En la intensidad
De un grito,
Reclaman justicia,
Verdad y aliento.

Habito los sueños
Aferrado a utopías.
¿Por qué he de transigir?
¿Por qué he de resignarme
con el llanto?

Nada reclamo
Excepto mi muerte.

Nadie falta a la cita en este nuevo poemario, y será un reconocimiento que el poeta hace a sus raíces, prolongándose en el tiempo, como un latido que no cesa.

En la luz de las cosas
Soy, sin detenerme
Con el diapasón de la sangre...

La escritora y crítica Hebe Campanella nos cierra la identidad de estos poemas, manifestando: “…lo encuentro (a este libro) más enraizado en sus recuerdos, en los sentimiento primeros, en las visiones de un mundo familiar que en su imaginación poética cobra exaltado lirismo y autentica emoción. Advierto también un vena erótica muy fina y personal, en la que están presentes sus inquietudes de siempre por el destino del hombre y su condición por tal…”
Cerramos los cuatro álbunes de fotografías, y en nuestra mente quedan espejadas las palabras como imágenes de un hombre que ha sabido cantarle a la vida, con la única pretensión de marcar una huella: el signo más preciado del agradecimiento.
Porque en los DESTELLOS DEL AGUA, son los LIMITES DEL ALMA, los que ACOPIANDO LEÑAS, finalmente retinen en el hombre sus DISTANCIAS SOMETIDAS...


Piero De Vicari

martes, 16 de octubre de 2007

"Destellos del agua" (Faro Editorial, 1993)



Damos la palabra cuando el significado mismo de su esencia trasciende el simple molde que la contiene.
Damos la palabra y presentimos que su código identificatorio es un alfabeto individual que recrea (en un muestreo de aproximaciones) todo lo que somos, todo lo que intentamos ser.
ESENCIA-MOLDE-ALFABETO-SER, enumeración que pluraliza su raíz itinerante cuando la poesía marca su ritmo y desborda (en múltiples direcciones) el por qué de un significado.
Miguel Ángel Migliarini nos entrega hoy su palabra y todo parece contener un punto de referencia, una especie de caleidoscopio en donde sus partes van más allá de una mera formulación.
Su poesía evidencia un denodado afán por definir los entornos, un denodado afán por descubrir en un yo-interior/exterior que no puede prescindir de ese medio siglo de vida que fructifica en su medio de expresión.
Miguel parece decir “esta es mi palabra, esta es mi sangre, esta es mi voz, este es mi manojo de verdades sin máscaras” y como un raro sortilegio o enriquecida alquimia, la poesía le contesta “esta es nuestra palabra, esta es nuestra sangre, esta es nuestra voz, este es nuestro manojo de verdades sin máscaras...”
El “DESTELLO DEL AGUA”, el autor establece un sistema de prioridades que busca merodear sus preguntas (nunca ajena a todos) bosquejando, aunque desde su individualísima señal, una tangible red de interpretaciones.
Ordenar los poemas de este libro es como si en vez de un conjunto de sonidos, encontráramos un frágil y delicado retrato que denota (hasta purificarse) su contenido original. Por eso, hablar de la poesía de Miguel es hablar de una vasta delimitación de la vida y sus dones.
¿Qué más puede pedir un lector que sentirse en la misma piel del verso, en la misma vibración del sustantivo, en el mismo clamor de la metáfora, confundiéndose en una conjugación mítica de papel y hueso...? La poesía de Miguel tiene esa rara costumbre de expresar el soy en el somos, o mejor dicho, el yo del poeta en el yo de todos.
Dividido en tres secciones, el autor de “DESTELLOS DEL AGUA”, intenta una elección poética que tiende a desenmascarar la realidad que lo (nos) circunda, y en ello tal vez radique su contenido emocional más connotativo.
Muchas veces pienso que el autor aborda su menester poético con esa misma avidez que los logógrafos (primeros historiadores griegos) imponían en sus manuales al descubrir un nuevo territorio, un inexplorado pedazo de mundo.
Quizás, Miguel Ángel Migliarini (logógrafo del siglo XX) decide recorrer el camino del asombro desde unos ojos poéticos, reveladores, como si tratara de eternizar en el poema, el génesis inmarcesible de lo que ha vivido.
Sabemos que este es el primer libro de poesías del autor, y no podemos más que celebrar el acontecimiento como un augurio de efervescencias que no cesa y que espera (la poesía también) un no muy lejano balbuceo, un no muy lejano nuevo testimonio que certifique ese don que se reofrece en el verso como un sentido acto de vida.
ESENCIA-MOLDE-ALFABETO-SER: la poesía de Miguel Ángel Migliarini despunta su palabra.

Proemio,
Piero De Vicari, 1993

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“Destellos del agua” – Selección de poemas


ETERNAUTA

Para regresar yo debo irme
con palabras devoradas
y deslizarme
por las arterias del cosmos
y sus entrañas.

Diluido en el temblor gris
de la garganta
arpegios de una nave
vestida de arco iris
me llevan a la simetría del espacio.

Eternauta
deambulo por el umbral secreto
de las selvas geométricas, narrando
las historias y tragedias
perdidas en el tiempo...


VINCENT VAN GOGH

Brillantes coloridos
de trasegar sanguíneo.

Juegos nobles
de ingenua esencia.

Relámpagos
de travesuras infantiles.

Girasoles
de dinástico reflejo.

Y un hombre
prisionero de las formas
diciendo:

“quiero ir a casa”.



COLERA


¿Por qué tengo que huir sin denunciar
la demagogia impía de los escaparates?

(Caminaré hacia la tormenta)



LÁMPARA

Habitado por imágenes sin rostro
detenido el tiempo en tu girar,
me llevas en un viaje errante e infinito
como el del poeta Hölderlin.

Viajo como un hombre
que no acaba de nacer...



COMO UN ÁRBOL


Compañero inmóvil de los hombres,
memoria vegetal del universo.

Sombra secular de hojas perennes,
follaje sorprendente del misterio.

Paciente espesura hecha destino
como una secreción lánguida del tiempo.

Lúcidamente hundido en este mundo
quiero crecer
imperturbable
como un árbol
como un cedro o una higuera
como el roble de Guernica...



ESTACIONES

Poesía de Machado
árboles que amo
y evocan la inocencia,
en un oleaje de peces
que sacude mi sexo.
Milagro de la PRIMAVERA
que reverdece en mi alma.

Drama de Shakespeare,
máscaras de teatro,
sangre del bosque
de dioses y de hadas,
de un olvidado amor.
Sueño que me revela
una noche de VERANO.

Pintura de Murillo,
gris estremecido
de un desheredado joven,
barcaza que me lleva
hasta el dolor ajeno.
angustia del OTOÑO
golpeando mi mejilla.

Música de Vivaldi,
misterio de cielo iluminado
por irisados tornasoles,
es una marejada de hielo
que desnuda mis huesos.
Recuerdo que el INVIERNO
me acerca hasta la orilla.


MAREJADA


Tejo música
y me aventuro a buscar
la longitud de lo inexplicable.

Presiento
la visión oscura del destino
con la hipnótica seducción
de viajar y regresar.

Sola mi mente y nada más
dialoga con el hombre
sumergido en su secreto.

Nostálgico
me agito en las ataduras
y pienso interrogado por un zarpazo:
¿cómo habré de morir?

(La crisálida rompe su capullo
y su estallido me hace estremecer)

lunes, 15 de octubre de 2007

"Límites del alma"(Yaguarón Ediciones, 1995)

Tenemos ante los ojos los textos poéticos de Miguel Ángel Migliarini, cuyo epígrafe consiste en un pasaje de la Escritura: “Un hombre luchó con él hasta que amaneció”. Génesis 32.24.
En la segunda página, la voz de Omar Khayyan expresa: “Mas allá de la Tierra, más allá del infinito, buscaba yo el Cielo y el Infierno. Pero una voz grave me dijo: El Cielo y el Infierno están en ti...”.
Tales anticipaciones anuncian a nuestra interpretación que nos encontraremos con poemas expresivos de un combate donde se juega la suerte del destino humano. Y ello nos advierte acerca de su universalidad.
En efecto, el lirismo de estos versos entrega la imagen de un peregrino: “Mi andar se nutre / entre marionetas”, “Me embarco hacia el destierro “, “Un camino / me acerca al corazón”.
Pero no es un peregrino que se debate entre la duda y la esperanza, impulsado por la inquietud de la verdad: “Fugas / de la verdad”.
Todo lo demás, los avatares del sentido trágico que la existencia determina: la infancia, la plegaria, la mentira, las convicciones que la creciente madurez afirma, el amor y sus implicancias: “las imaginaciones / quebrando pausas / y extinguiendo intrigas”.
El Poeta puede asumir la palabra en nombre de todas las heridas porque caligrafía: “lo que no se lee / y lo que no se ve”.
Es un juego que, en medio del misterio, toca los bordes donde la realidad oscila entre el límite y la infinitud. En realidad, es de la finitud de lo que se trata; por lo tanto, también de la libertad: “Rompiendo la mordaza / la lengua dirá / de mi albedrío”. (...) “Caminante sin retorno / sé que la luz me aguarda”.
En el entramado temporal donde no se concibe regreso posible y la vida es juzgada por la vida a cada instante preciso, las visiones intentan develar la inexactitud que prefigura el ser un existente, “arrojado ahí”, que piensa: “Sí / soy de carne y hueso. / Pero pienso”.
A pesar de lo implacable del tiempo, la memoria guarda lo que no debe ser extraviado: “Mi enfermedad / es la memoria”. (...) “Acá y allá / la memoria / e suna brasa / que se extingue”. (...) “Derribaré la cárcel / sí es preciso”.
Una constelación de metáforas de la región metafísica a que apuntan, resplandece en distintos poemas connotativos de la itinerancia final: “respira hondo, / el alba llega” (...) “sintaxis del abismo” (...) ¿Qué destierro nos espera?”(...) “En el último acto / la silla estará tibia”. “Las señales me anuncian que estoy cerca”.
Nosotros pensamos que, mas allá de la muerte sutilmente aludida, se refiere a los límites del alma; es como querer explicar lo que llamaríamos un paradójico comienzo de la eternidad.
Se trata de una poesía descarnada, recia, de contorno que abarcan tanto la dureza cuanto la ternura; ello se plasma en versos breves donde la puntuación domina, determinando espacios semánticos clausurantes, lapidarios. Esos versos aparecen de pronto como si fueran golpes dados contra el silencio para manifestar al fin la ineludible soledad: “me convoca / la soledad / y una Voz / como la de Jeremías / me dice: “tu sueño es verdadero”.
Poesía de madurez, de exquisita penetración, LIMITES DEL ALMA es un libro para ser leído y degustado lentamente.
En una época confusa donde la Literatura –espejo de la vida- se muestra con tanta frecuencia compleja y hermética, esta obra posee una rara virtud: expresa ese otro costado del acontecer del hombre en el que se fusionan la sonrisa dolorosa y la lágrima. Y lo hace con palabras sencillas.
Me honra escribir este prólogo porque se trata de un libro de poemas que vale. En el fárrago de las, a mi entender, excesivas publicaciones que intentan la poesía en el mundo de hoy, es casi una Gracia.

Ana María Rodríguez Francia
Otoño de 1995
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"Límites del alma" - Selección de poemas
Poema XVI

Mi río sin sombras:
una garza que vuela
y una pareja de golondrinas
rozando la barranca.

Caligrafío
lo que no se lee
y lo que no se ve.


Poema XVIII

En mi cielo
copula el viento
con las nubes.

Desde mi arcilla
sangran las heridas.

Mis pulsaciones
se trastruecan en
sombras, luces
y un alarido
que indaga.

Mi secreto:
la desnudez
ante el abismo.


Poema XIX

Llama que me agita
es la palabra.

Surcando huellas
busco el límite
y un nido de abejas
me alimenta de polen.


Poema XXI

Rompiendo la mordaza
la lengua dirá
de mi albedrío.

He pagado el precio
y ahora es mi turno.


Poema XXIII

En este zoológico
soy un segmento del tiempo
que golpea a la puerta
de las palabras.

En este zoológico
soy un segmento del espacio
que rompe las fronteras
de la ceniza.


Poema XXVI

Mi enfermedad
es la memoria.

Aquella región de alucinaciones
donde mueren quizá los pájaros.


Poema XXXI

Acá y allá
la memoria
es una brasa
que se extingue.

Todos,
como yo, con sus secretos.

Todos,
como yo, con sus dudas.

Todos,
como yo, con el temor
de morir estrangulados
por el hilo de la mentira.

Animal consciente,
el hombre.


Poema XXXIIII

Despojado
me despeño
con un estrépito
de labios.

Suspiros,
adioses,
angustias.

Sintaxis del abismo.


Poema XL

Soy un hombre
de una raza antigua
tallando un pedazo de madera.

Soy un hombre
que a la hora de morir
calzará sandalias como papiros.

Feliz el hoy
porque he vivido,
la indulgencia
quedará para mañana.

Y me verán caminar
al día siguiente.


Poema XLIII

¿Acaso la palabra
puede ahogarse en la llama
o arder en el agua?

Mi cruz y mi piedra
será un árbol.


Poema XLV

Sé que mis ojos
caben en un libro,
solo bastará un árbol
que los cobije.

sábado, 13 de octubre de 2007

"Acopiando leñas" (Yaguarón Ediciones, 2002)

La expresión de Miguel Ángel Migliarini tiene todo lo necesario para justificar una presencia vigorosa en la poesía sannicoleña; sabe definir las instancias y moderar los impulsos suscitando una visión contundente de la lírica actual. ACOPIANDO LEÑAS alcanza un nivel poético de alta transparencia sostenido por versos de breve diseño que no impiden una ajustada conformación y un poder comunicativo natural e implícito: “A las raíces/ que me ligan a la tierra / he de volver / acopiando leñas... // “Resbalan emociones / por las venas / del mármol y mamadera. /// La piedra tallada/ sobrevive, -como yo-/ intuitivamente”.
Se advierte una marcada inclinación por una construcción de moderada frecuencia que le permite dejar libre las ideas, en sucesión controlada por un proceso enumerativo con acumulación de secuencias nominales simples o parejas de sustantivos y adjetivos que revelan una actitud de rico perfil semántico. Incide en sus versos todo lo que está a su alrededor, lo que no significa un vocabulario de connotación descriptiva, sino la captación de imágenes de fugaz aparición que no desvirtúa la contextura del poema: “Atropello,/ vuelo,/ siluetas,/ regreso,/ desgarro,/ vendaje,/ plazos desteñidos,/ iluminadas raíces,/ desde el abismo incitan...”
Nos encontramos frente a un modo de creación poética que intenta aunar el goce estético de espontánea vitalidad con la firme evidencia de lo individual, en modulaciones particulares como una cierta dosificación conceptual de lacónica intensidad que da cuenta de los márgenes que el poeta se impone: “El hombre,/ un ser social,/ un escritor/ plasmándose/ en el infinito,// Algunos se conforman/ con el temporal”.
Recorrer los versos de ACOPIANDO LEÑAS en sus dos partes: Profundidades y El linaje sustantivo, es percibir las visiones del autor, su concepción de la poesía, efusiva y sentida, como para inquietar al lector más pusilánime.
Parecería decirnos que el camino elegido está de acuerdo con las convicciones más íntimas, al asumir con valentía la decisión de hacer de la vida propia una búsqueda constante de la plenitud humana: “Estoy aquí,/ hace frío/ y el lodo/ llega hasta las rodillas.// Estoy lejos/ pero Dios/ -y los recuerdos-/ me mantienen. // El cuerpo y/ la muerte en otra parte,/ como orfandad/ de pájaro sin nido”.
Esta publicación de jerarquía, corresponde al sello Yaguarón Ediciones, cuenta con el auspicio de la Comisión Popular de Homenaje al Sesquicentenario del Acuerdo de San Nicolás 1852-2002, y posibilita un acercamiento al actual cosmos poético de autores nuestros.

Prof. Miguel Julio Perret,
“Escritores nicoleños contemporáneos”
(Aproximación a una exégesis/Tomo III)

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"Acopiando leñas" - Selección de poemas


INCITACION / 1

Tal vez,
voces de huéspedes
son el bullicio
de la memoria.

La brisa
del encantamiento,
es la puerta
de una fábula,
incitándome...


INCITACIÓN / 2

Atropello,
vuelo,
siluetas,
regreso,
desgarro,
vendaje,
plazos desteñidos,
iluminadas raíces,
desde el abismo
incitan...



RECETA

Junta y entreteje
hebra a hebra,
la liana
de mi sentir y
la pulsación
de mi cuerpo,
con la verdad
del agua y
la fecundidad
de la luz...
Rodéalo todo
de música y poesía,
y aunque yo me haya ido,
encontrarás
todo el aborozo...


RAÍCES

Hay árboles y paisajes
que en mis caminatas
me extasían.

El roble que planté de niño,
los pinares de mi primera escuela,
la magnolia y el banco
de un amor imposible.

Desde el oeste
la algarabía de los trenes.
desde el este
el ulular de los barcos.

Los árboles,
los rieles,
el río
y mis sueños
que por extraña conjura
se disgregan.

A las raíces
que me ligan a la tierra
he de volver,
acopiando leñas...

Poema II
La raíz del sueño:
paradoja de imágenes
que pocos se atreven a formular.
La barranca mostrando
sus siglos arqueológicos
yla voz del sol
hollando los caminos.

Poema V
Encantamiento
de aire,
fuego,
agua,
despertando a los dioses.
Como una danza misteriosa
se oye la sirena ondulante
de un barco.
Poema VI
Encontrarse
navegando con la lluvia.
¡Oh, espejimso del sediento!
La trama se rasga
y el tejido deja ser tal.
Poema XIV
El hombre,
un ser social,
un escritor
plasmándose
en el infinito.
Algunos se conforman
con el temporal.
Poema XV
Se oye al hombre repetir:
-¡No soy yo!
- ¡No soy yo!
-¡Soy lo que pienso!
Mientras trata,
de explicar lo inexplicable...
Poema XVI
Cóctel de conmociones,
irracionales muros.
La receta:
el alma
comulgando poesía
como antídoto.

jueves, 11 de octubre de 2007

"Distancias sometidas" (Yaguarón Ediciones, 2005)

Ante la creación, cada poeta abreva de experiencias personales que denotan su posición frente al mundo. Este punto de vista es (en definitiva) el eje que nos sirve para delimitar (cuanto más retratar) la esencia de su canto, sus parámetros, sus coordenadas.
De allí que, la poesía de Miguel Ángel Migliarini, pueda fácilmente compararse con un espejo que nos muestra -necesariamente- su postura de vida.
Cada uno de sus poemas exige una máxima interpretación de la realidad, de su realidad, cosmovisión que modela contenidos, que precipita esa geografía tan nuestra como es la opción que tomamos de acuerdo a la percepción ontológica que nos circunda.
En la poesía de Miguel no hallamos concesiones que desvirtúan la coherencia entre pensamiento y acción, muy por el contrario, en ella ahondamos (y ese es su mayor logro) en una riqueza expresiva que se encuentra íntimamente ligada a cada verso.
Si trazamos un derrotero por cada una de sus entregas poéticas, notaremos que desde su primer poemario “DESTELLOS DEL AGUA” (1993), el poeta desarrolla una interesante actitud lírica que cobra intensidad y vuelo en “LIMITES DEL ALMA” (1995), profundizándose aún más en “ACOPIANDO LEÑAS” (2002).
En estas “DISTANCIAS SOMETIDAS”, Miguel no traiciona su acento, y ello le permite reconocerse no sólo entre las cosas que lo habitan, sino también entre las raíces que lo sostienen y lo vinculan a la herencia de su sangre.
Muchos poemas del libro que el lector tiene ahora en sus manos, bosquejan pórticos bien definidos. En ellos, además del acontecer poético que tamiza la visión de su escritura, tendremos también acceso a un caudal de sabiduría que fluye con la misma vertiginosidad con que se arquitecta la memoria.
Llegar hoy a la poesía de Miguel y comprobar que mantiene vigente la frescura de su primer latido, supone corroborar que no todo en este tercer milenio se compra o es usufructuado, sino que existen valores que nos representan y constituyen la más acabada exposición de identidad.
Señales, mixturas, escombros, voces, fragmentos... todo tiene un por qué en el mosaico de sentimientos que recorren estas páginas...
Estimo que sobran los comentarios cuando nos enfrentamos a un escritor de la jerarquía de Miguel, valgan pues estas líneas como una introducción a un universo poético que no podemos dejar de explorar, por su sentido de cohesión, por su singular registro estilístico, por su incansable apostolado que rescata al ser humano como una sutil indulgencia sobre todas las cosas materiales.
A no dudarlo: Miguel Ángel Migliarini no elude su destino, va hacia su encuentro. La poesía es su mejor testigo, nosotros también.

A manera de prólogo,
Piero De Vicari, 2005
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"Distancias sometidas" - Selección de poemas

QUIERO REGRESAR

Apenas un tizón
alumbra mi noche...
Corro detrás del tiempo
y busco en mi infancia
la distancia clara.
Mi río dibuja
La vida en camalotes
y las uvas de las quintas
como el alba iluminan
los senderos.
Quiero regresar agonizando
antes de mi última palabra...



HUELLAS...

En sucesivos tiempos
fueron pasando veloces
los recuerdos grabados
como muros de arcilla...


TENGO


El insomnio
en el silencio
de la madrugada.
Y la poesía
que como hebras de hilos fuertes
me ata,
levantando mis manos.


COLLAGE


Amanecer
es sobrevivir
con un dulce silbido
que me lleva,
a la salvaje
y tentadora claridad.

Me rehago como
un relámpago
irisado de sol,
y respiro aferrado
en mi ciudad
junto al río.

¿Qué despiadada
turbulencia puede
quitarme el reposo,
si aún mutilado,
estoy habitado
de plenitud y aliento?

El aire amanecido
Es un collage de crónicas
que vuelan en bandada…



MUNDOS PARALELOS

Poeta herido, viajo
Más allá de los dilemas.

La memoria y el paisaje
coloridos espejos
de un clamor innato,
imprimen coraje a mi energía
y le dan fuerza mineral
a la palabra...

AL CAER LA TARDE

I
Me sacude la lluvia
con ráfagas de viento.

Como un juglar
canto entre pájaros,
a la intemperie.

II
Desde el roto cristal
sino todo, algo,
volverá a comenzar.

¿Seré parte de ese algo?
¿O ceniza estremecida
obstinadamente?

III
Mi última ausencia
caprichosamente ajena,
concibe el lenguaje.

Indisimulable
es mi confesión
en un relámpago
de flores.

IV
Exilio frondoso
el de mi intimidad.

El cráneo y la distancia
como terrones...

V
Violáceo y áspero
es el temor...

Apenas un poco de agua
entre mis dedos.

VI
Un beso apasionado,
el amor, más allá,
de la emoción
y mis latidos.

Los revoques
son puentes
de copla y río.

VII
Despiadado inventario,
absurdo llanto,
encienden mi cielo
de atardecer alerta.

Un rastro de sandalias
tintinea en mi olfato.

VIII
El silencio es lunar
y eufórico regreso.

Quijotescamente
sueño y escribo.

IX
Destierro de mis bolsillos
todo caos e estruendo.

En mística actitud
aprendo a ver a Dios...



EN LA LUZ DE LAS COSAS


Soy, sin detenerme,
con el diapasón de la sangre...

miércoles, 10 de octubre de 2007

Algunos comentarios sobre la poesía de Miguel Ángel Migliarini


Me parece que usted tiene un envidiable manejo de lenguaje y una señalada sensibilidad. Usted es un orfebre que pacientemente cincela los asuntos del corazón.
IGNACIO B. ANZOÁTEGUI, Buenos Aires, Argentina

Se me ocurre que su poesía, no es como una campanita que suena para que los hombres bailen, sino que es algo más crecido que llega de un fondo de cavilaciones y creencias, con ciertas atingencias filosóficas e íntimas proyecciones vivenciales que la hacen profunda y esclarecedora.
CÉSAR BUSTOS, San Nicolás, Argentina

Bellísimo destino el suyo. Usted es como una abeja que poliniza las flores de la amistad. Su tarea es muy importante y la valorizo como poeta y comunicador literario... Su sentir que vibra y hace vibrar con imágenes plenas de color y sentido.
DORA DE LOS SANTOS, Buenos Aires, Argentina

Quiero felicitarle por tan hermosos textos, tan llenos de aciertos y emociones. He disfrutado mucho con su lectura, camino que nos une en la palabra.
LUZ MARÍA JIMENEZ FARO, Madrid, España

El poeta redime, consuela, exalta, emociona, y de la mejor manera que puede alguien hacerlo, invita a reflexionar, a meditar su propia existencia. Miguel Ángel Migliarini, poeta, mejor aún, transmite con encanto físico y metafísico, natural y sobrenatural, con una riqueza dimensional y diversa de un vocabulario hasta por momentos apabullante.
ATILIO MILANTA, La Plata, Argentina

Quien lee los poemas de Miguel Ángel Migliarini, penetrará en un universo completo, con el alfa y el omega de toda creación. Miguel, ha cumplido hermosamente la tarea de continuar la altísima obra a la que convoca la poesía para siempre. Es la de Migliarini una poesía altamente comprometida con el carácter responsable de la libertad.
NARCISO POUSA , La Plata, Argentina

La del escritor y poeta de mente profunda, de sentimientos genuinos en belleza y fuerza de corriente humano, es la personalidad de Miguel Ángel Migliarini. Sus versos, que me sumergen en su sortilegio de poeta y pensador, en la belleza y fuerza de su lenguaje, me hacen parecer descubrirlo hasta en la médula de su cuerpo e impulso. ¡Dios! quiero llorar de emoción pero la vida me sacude para aplaudirlo dignamente por la fuerza de su poesía.
EMPERATRIZ TORRES MORALES, Lima, Perú

La calidad poética de Miguel Ángel Migliarini no cesa, y sigue demostrando un estilo propio de contenidos sólidos.
CARLOS PENSA, Buenos Aires, Argentina

Poesía vivencial y a veces metafísica, con vibración expresiva y esperanzado horizonte.
HEBE N. CAMPANELLA, Buenos Aires, Argentina

Poesía encendida, alternativa, transparente, que disipa lo anquilosado y alcanza transfinitos límites del todo.
BETTY MEDINA CABRAL, Río Cuarto, Argentina

Poesía eminentemente sustancial en cuanto abstrae el adjetivo y deja solo al sustantivo, luchando a brazo partido con el significado universal de un dolor admirablemente expresado.
CARLOS ETXEBA, Bilbao, España

Sus poemarios atrapan y en ellos hay una confirmación de sentimientos insustituibles, un decir claro y a la vez sugerente, como una vena abierta universal.
JUANITA POCHET, Santiago de Cuba, Cuba

Poesía que invita a ser leída, formalmente precisa y bella, en la que hay profunda meditación y sentimiento.
JUAN LUIS PLA BENITO, Barcelona, España

Usted vive, piensa, y obra en poesía y eso es maravilloso. Por otra parte, ese vibrar lírico es permanente. Lo acompaña desde la primera a la última poesía que nos ofrece... Y la formación cultural que se traduce, arranca de la literatura clásica a la moderna, sin que su personalidad se confunda. La adaptación a la sensibilidad de los tiempos es otra cualidad del poeta.
ALDO ARMANDO COCCA, Buenos Aires, Argentina

Encuentro en tu poesía toda esa rica gama de saber enciclopedista de los siglos de las luces interiores. Que querés que te diga Miguel Ángel, me conquistaste para siempre con estos versos: “Santa y pecadora herejía / la de espolear la íntima pasión / brutal y literalmente convencido / que sólo se vive una vez sin excepciones”.
ROBERTO ROMEO DI VITA, San Martín, Argentina

Miguel Ángel: sus composiciones poéticas son de alto vuelo y singular prestancia lírica, que traduce la pureza de su alma, consustanciada con los atributos de la dignidad humana y la esencia de la sabia naturaleza. Son un canto a la vida, expresado con la integridad de su credo sublime y la bondad de su alma sin claudicaciones.
WALTER SIGFRIDO CARTEY, San Nicolás, Argentina

La travesía poética de Miguel Ángel Migliarini, por la coherencia de su envío, la atemporalidad de su mensaje, la nobleza y moderación de su tono, no hace sino indicar el poder fundador del verbo, la revelación de una poderosa intimidad del poeta con la palabra. Prevalece en Migliarini, la profundidad de su patrimonio vivencial sorprendentemente logrado en versos plenos de lucidez, impulsados por un sentimiento fiel a la palabra encendida y transfigurada.
MIGUEL JULIO PERRET, San Nicolás, Argentina

Años atrás, Haya de la Torre manifestaba que la “poesía es profecía” y yo acudo a esta frase para decirte que tu poesía es filosofía, donde se revelan tus sentimientos, tu vocación, tus deseos y tus conocimientos. Buscas el sentido de la existencia a través de los versos.
LUIS ALFONSO LAGOS, Lima, Perú

martes, 9 de octubre de 2007

Comentarios temáticos

"DESTELLOS DEL AGUA"

Es conmovedor. Es el desgarrado alarido de tu sangre. Tu sangre sabe amigo. Esto es el comienzo de un asombro que no debe dejar de asombrarte.
Betty Medina Cabral

Sus poemas reflejan un diálogo profundo entre el Creador y la creatura, (diálogo éste) que transcurre en una dimensión subterranea de los versos.
Carlos Daniel Lasa

No es más que los destellos de tu propio ser, de propio corazón, de tu propio sueño: el hombre-niño, la poesía, el mismo universo desde tu interior.
Laura Malatesta

Tu libro es excelente, de una profundidad enriquecedora y gratificante para el alma.
Silvia Mathieu

Me ha encantado tu arte. Quiero felicitarte por tus hermosos textos, tan llenos de aciertos y emociones. He disfrutado mucho con su lectura.
Luzmaría Jiménez Faro

Acuna la sensibilidad... Me instalo en la lectura y disfruto para crecer... Tu rica palabra flota en los azules y se columpia desperezando con suaves aleteos las divinas visiones... Esculpis con el cincel que nadie tiene, creas "curdúmenes de sustancias primitivas" , luego de juntar a manos llenas nos regalas "la realidad como presagio" . Nosotros estanos espectantes en el umbral y vos Miguel Ángel tan gentil nos haces pasar a ese interior poético.
María Luisa Márquez


LIMITES DEL ALMA

La sola enunciación del título del libro invita a hondas reflexiones, que nos instalan directamente en los grandes problemas metafísicos del alma humana... La palabra del poeta Miguel Ángel Migliarini es escogidamente seca, precisa, rotunda, levantadamente bella... Sus versos breves, esenciales, aladamente íntimos... Sus metáforas cargadas de sugerencias, conforman un conjunto de virtudes estéticas bellamente expuestas. Creo que Migliarini, como en todo verdadero poeta, su vida está en lo que "soñamos".
Félix Gerardo Depiera

Miguel. tu libro me parece excelente. Hay en las poesias profundidad, búsqueda, sensaciones, y todo expresado con una gran síntesis. Pero además las palabras tienen la fuerza y la significación justas, como para demostrar una vez más, la inutil separación entre fondo y forma. Estoy segura de que sos un gran "escuchador" de música, de lo contrario, no creo que pudieras lograr ese ritmo, ese fraseo tan cadencioso. Tu libro me encantó y me puso el alma de fiesta.
Alicia Cámpora

Es una vibración de los más puros y altos sentimientos humanos, interpretados por un verdadero poeta que sabe asumir la responsabilidad del destino de sus poemas. Su poesía tiene un sentido profundo y universal de la vida, y solamente obedece a los más grandes ideales.
Daniel Blanco Louzán

¡Qué bella y sutil es su poesía! Desnudar el alma con la palabra justa, prolija y sin adorno es privilegio de pocos.
Ana Adelina Gnesutta

"Límites del Alma" son transfinitos límites del todo. Una visión escudriña cada una de tus palabras y el fuego encerrado en ellas. Sobrehumanamente, este magnífico libro lo sentí en ti desde siempre.
Betty Medina Cabral

Refleja en su pensamientos poéticos la poderosa imaginación y gran sensibilidad de su autor, munida de muy nobles sentimientos y del vehemente deseo de encontrar la felicidad del espíritu.
María Concepción Illanes Navas
(por el tipo de letra aclaro que el primer apellido es illanes)

La poesía es viva voz, a veces se parte en su oficio pero también se viste de oro. Miguel Ángel la rescata en las dos fases, la hace perdurar porque sigue buscando voces en su interior para albergar en su sonido, y son sin duda los Límites del Alma.
María Luisa Márquez

Sus versos son pensamientos, fuente de sabiduría que amalgama una vida intensamente vivida con el esplendor de la poesía.
Erardo Schmahl

La poesía de Miguel Ángel Migliarini transporta hacia el más allá, hacia el infinito. Es música que se transforma en versos, y los versos en música. Por eso quien la lee siente su ser inundado y sacudido por hondas reflexiones, producto de una vida plena signada por el bien y la belleza.
Martha Vitali


ACOPIANDO LEÑAS

Una síntesis de excelencia en poemas breves pero ricos en contenidos y con profundidades para el espíritu del lector. Ya que la economía del texto es una virtud de la poesía, este libro lo presenta como un virtuoso de los versos.
Carlos Pensa

Esta poesía recorrerá América Latina, Espala y otros universos. Representa la talla de un escritor que destaca las huellas de conocimientos con relieves puros, propios, de intensa honda sensibilidad, cuyo latido apunta al ser humano y la humanidad misma.
Lylian López Stoppani

Invita a tomar el picaporte, pasar el umbral y palpar cada arista que se expone. Es la nueva puerta a descubrir porque cada página es vertiente en la poesía de Miguel Ángel. "El tiempo solo tiene una puerta" , por allí pasa su alborozo de latires en cada escenario de asombro. Tiempo que halla constante para nombrar el interior de su alma que es como el roble plantado, descifrando al hombre, poeta, sído y noble.
María Luisa Márquez

Vidente sin visiones, magisterio sin alumnos, palabra pura. Miguel Ángel Migliarini es un maestro en el conciso arte de exprimir el verso hasta reducirlo a su máximo significado y mínima cantidad de sílabas. Estrecho las manos del Poeta, le doy un caluroso abrazo y al salir por la puerta, irrumpo en fuertes aplausos. ¡Bravo Miguel Ángel! Sigue deleitándonos con tus libros de poemas y con esa cálida personalidad que irradia toda tu figura.
Carlos Etxeba

Desde hace muchos años que Miguel viene registrando en una línea profunda y pensativa, todo un cúmulo de pensamiento poético y filosófico en una poesía existencial cristiana, preocupada por el orbe y el más allá del hombre.
Roberto Romeo Di Vita

No puedo menos que felicitarte por la poesía, algunas de las cuales han revivido mi sensibilidad junto a los gratos recuerdos que conservo del pago, y sobre todo de aquellos despreocupados dias de mi niñez y juventud. Así, el placer intelectual ha sido doble.
Juan Carlos Cassagne

Notable poemario nicoleño. Es un libro pleno de solaz y beneficio que sobrevivirá holgadamente al autor, que aun tiene siglos de vida en estas latitudes, sobre todo porque, Deo gratias, no carece de la dimensión del Señor.
Atilio Milanta

Siento en mis manos y mi corazón la tibieza de las leñas que guarda en profundas raíces, los arabescos de un alma y sus silencios.
María Angélica Salguero

El poeta entrega, con su obra, parte de su vida. Construye con palabras y abre las puertas del alma para permitirnos compartir sus sentimientos... A mi me ha premiado con la lectura de sus excelentes poemas...
Susana Cordisco


DISTANCIAS SOMETIDAS

Una poesía que nace del corazón. La poesía de Miguel -entrañable amigo- nos une sometiendo distancias, porque todo es camino, todo es pasar. Su serena visión de la finitud, nos deja esperanzado mensaje de lo imperecedero.
Milda Salgueiro

He hallado una poesía excelsa y madura, donde el poeta ejerce un dominio total de la palabra. Hallé al hombre, al poeta, en la madurez de la vida donde se dicen cosas que es necesario haber vivido para decirlas. Confieso que comencé su lectura y no apagué la luz hasta que hube concluído en la página final. Excelente libro. Excelente poesía. Me alegro encontrar allí, al hombre que alza su canto al amor, a su terruño, a su fe, a la familia, a los amigos y a la vida.
Norberto Pannone

Cuando el intimismo aparece en un poemario realizado con talento, riqueza descriptiva y elegancia verbal, la publicación ofrecida consigue elogios espontáneos porque el lector se regocija con la calidad desplegada en esas páginas. Aquí encontré a un poeta versificando recordaciones gratas, personales y acertadamente participadas a quienes recorran la obra. La escritura de Migliarini me llevó a rescatar palabras aplicables a este texto, de Horacio Armani, quien al incorporarse como miembro de la Academia Argentina de Letras, defendió a los buenos poetas que se expresan "desde la intimidad del yo".
Los trabajos aparecidos en este libro son mayoritariamente escritos en primera persona, cargados de contenidos atractivos porque son cuestiones vitales fáciles de ser sentidas como propias por muchas personas. Se descubren, en sus hojas, imágenes dibujadas en un lenguaje cuidadosamente elegido para cantar a la nostalgia dulce. Un ejemplo: "Mas adentro del viento / del río y de la lluvia / guardo tu voz amada / de sol y lengua tibia."
Vale recomendar este libro.
Carlos Pensa (*)
(*) Publicado en la Revista "La Urpila 74" (enero-julio 2006). Revista
Poética de Montevideo (Uruguay).-

Estoy con tu libro y enseguida aprecio la justeza de los términos y capacidad para transmitir ideas. Jamás me atrevería a hacer un comentario crítico por mi calidad de profano. Pero valoro estas características que para mis son virtudes, más aún cuando a la vez expresan de un modo bello. A mi me gustaría escribir de ese modo.
Gabriel Bonell

Gracias una vez más por el goce que me depara siempre la lectura de sus versos. Lo encuentro enraizado en sus recuerdos, en los sentimientos primeros, en las visiones de un mundo familiar que en su imaginación poética cobra exaltado lirismo y auténtica emoción. Advierto también una veta erótica muy fina y personal, en la que están presentes sus inquietudes de siempre por el destino del hombre y su condición de mortal. La cita de Juarroz es bien significativa de esa permanente preocupación por el "desamparo", pero a Ud. -creo que a diferencia de Juarroz-, lo sostiene una fe inquebrantable, por eso en el despojamiento de sus últimos poemas no se instaura la duda o la interrogación metafísica de aquél, sino la certidumbre de estar recorriendo el difícil camino -líricamente también difícil- de acercarse a Dios. "Destierro de mis bolsillos / todo caos o estruendo . / En mítica actitud / aprendo a ver a Dios". Una maravillosa confesión de desnudez.
Hebe N. Campanella

Le agradezco su último libro. Lo felicito de corazón, en tanto constato que, pese a todas las dificultades que nos acosan, Ud. mantiene inalterable ese "vivir en poesía", que fue un lema y una permanente inspiración de nuestro Antonio Esteban Agüero.
Hugo A. Fourcade

Tu poesía es trágicamente bella, armónicamente recordatoria, y melancólicamente plena. Mi admiración por ti al leer tus versos aumenta con cada color que de ellos extraigo.
Gabriela Bednarz

"Como un juglar / canto entre pájaros / a la intemperie" , dice Miguel Ángel Migliarini. Sentarse a la intemperie, es recorrer distancias sometidas y buscar hasta hallar, en la horizontalidad de la palabra, la visceral voz del hombre; hundirnos en su cavidad para rescatar su frontal lirismo que emerge, sucumbe, añora y levanta el vuelo que aniosamente esperamos...
Betty Badaui

¿Qué es la poesía sino una continua distancia que no se acerca nunca, que no se somete nunca, que se escapa siempre de las manos del poeta, como si fuera una ilusión placentera, un ave fugitiva, un perfume inexplicable que no se sabe de dónde viene ni a dónde va, pero que se siente, que se vislumbra solo como un relámpago entre las montañas lejanas o como el sonido de un río subterraneo de aguas a veces turbulentas, a veces apacibles, pero que está ahí presente, clavado con arpones en el alma del poeta? Sin embargo, Miguel Ángel Migliarini ha sometido esa diferencia en su espacio interior y la ha acercado al lector, para que todos podamos gozar de sus esencias poéticas...
Carlos Etxeba

¡Qué gusto leer y disfrutar tu poesía! A través de Distancias Sometidas, como en todo lo que escribes, conoce uno más de ti, de tus sueños, de tu enorme capacidad de amor, de tu gran amor a la vida. Encuentro fascinaciones, es hermoso, sigo disfrutando tus versos. Sigue escribiendo, el papel es un gran cómplice de nuestros sueños, que Dios te bendiga en cada uno de tus pasos.
Norma Enriquez Carbajal

lunes, 8 de octubre de 2007

Comentarios recibidos sobre el blog

Miguel:
Después de haber apreciado el magnífico trabajo que ha realizado Piero sobre su obra me ha quedado la impresión del inconmensurable trabajo que significaría hacer, con ese estilo, la Historia de la Cultura de San Nicolás.
Realmente es extraordinario lo realizado. Los textos y las fotografías son de antología.
Lamentablemente, no pude ver el trabajo en su totalidad, porque mi máquina quedó bloqueda, y no terminó de bajar todos los elementos que componen la página. Yo no tengo banda ancha, no conozco la técnica, quizás sea por eso.
Un abrazo
SANTIAGO CHERVO


¡¡¡Felicitaciones por la página web!!! Sabía que algo escribías pero no me imaginaba que era tan alto tu vuelo.
Te vi fotografíado con Atilio Milanta con el que tuve algún trato en La Plata.- Era un hombre muy interesante de tratar por su gran cultura y saber decir.- También leí su comentario sobre tu obra.-
Nuevamente te felicito y te mando un gran abrazo.-
CARLOS PRIETO


Miguel Ángel Migliarini:
Estimado amigo y poeta exquisito y profundo:
Acabo de ver el video:¡Maravilloso! Realmente un regalo estupendo de un gran amigo y admirador. Gracias por lo que para mí es también un regalo al que acudiré más de una vez (aunque tengo casi todos los libros, leerlos aquí, iluminados y con imágenes es un placer de esteta). Felicitaciones -también para de Vicari- y un abrazo para ambos
HEBE CAMPANELLA


Querido amigo Miguel Ángel, he tenido un grandísimo placer al ver tu magnífica página web repleta de comentarios e imágenes, al leer tus poemas y al sentirte un poco más cercano en esta enorme distancia que nos separa. Es el milagro de internet. he pasado unos ratos fenomenales viendo tu nueva página web. Te felicito.
Un abrazo.
CARLOS ETXEBA

Mis mas sinceras felicitaciones por el blog, que es de muy buena calidad y del que, supongo, estaras muy orgulloso.-
De ninguna manera voy a emitir un juicio negativo, porque realmente me parecio muy bueno.- Reitero Felicitaciones y avanti!!!
EDGARDO FAZEUILLE



Miguel, realmente te lo mereces, por todas tus condiciones y en mi caso marcadas demostraciones de amistad de tu parte. En el video yo estoy, estuve alli. Un abrazo
LUIS MIRAS


Hola, Buenos días después de mucho tiempo.
Enhorabuena por su página. Finalmente he podido conocerlo, así, en su contexto: con sus gentes, sus libros, sus paisajes.
Gracias. Un abrazo.
ADRIÁN BARBÉ AGUIRRE